EL
bienaventurado francisco en santa maría de la Porciúncula le fue revelado que
se acercase al sumo pontífice Honorio III que entonces se hallaba
en Perusa a fin de obtener de el la indulgencia para dicha iglesia de santa maría
de los ángeles que el mismo había reconstruido levantándose de mañana llamo a su compañero fray Maseo de Marignano se
presento con el al dicho señor Honorio y
le dijo
Santo
padre hace poco repare para vos una iglesia en honor de la virgen madre de cristo suplico a vuestra santidad que pongáis allá indulgencia sin oferta suplico
a vuestra majestad pongáis allá indulgencia sin oferta le respondió que
convenientemente no podía hacerse esto pues el que pide la indulgencia necesario
es que la merezca aportando ayuda
Pero
indícame cuantos años de indulgencia deseas que se pongan en ella
A
lo que respondió francisco: santo padre
plegue a vuestra santidad darme no años sino almas
Y
el señor papa le dijo: ¿cómo quieres las almas?
El
bien aventurado francisco respondió: santo padre si a vuestra santidad le agrada
quiero que cualquiera que venga a esta
iglesia confesado contrito y absuelto como conviene por el sacerdote , quede libre de
pena y de culpa en el cielo y en la tierra desde el día del bautismo
hasta el día en que entro a dicha iglesia
El
señor papa contesto: mucho pides francisco pues no es costumbre de la curia
romana conceder tal indulgencia
EL
bienaventurado francisco le replico: señor no lo pido para mi lo pido de parte del que me envió el señor Jesucristo
Entonces
el papa exclamó “tres veces pláceme que la tengas”
Entonces
francisco después de inclinar con
reverencia la cabeza comenzó a salir del palacio viendo el papa que
se iba le llamo y le dijo ¡oh
simplecione ¡ ¿A dónde vas ? ¿Qué llevas
de garantía de tu indulgencia?
EL
bienaventurado francisco le respondió: me basta vuestra palabra si es obra de
dios en la manifestara no quiero otro instrumento si no que la bienaventurada virgen maría
sea la carta cristo notario y testigos los ángeles (relato del obispo Teobaldo
hacia 1310)
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